La historia de las mujeres en el desarrollo tecnológico comienza con Ada Lovelace, esta matemática y escritora del siglo XIX es considerada como la primera programadora de la historia. A día de hoy, en pleno siglo XXI, es todo un referente para las mujeres en el ámbito científico y tecnológico, también conocido como STEM, por las siglas en inglés de ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas.

El segundo martes del mes de octubre se celebra el Día Internacional de Ada Lovelace, en conmemoración a su memoria. Hoy vamos a hablaros de la vida de esta pionera de la programación e icono de las mujeres científicas en la actualidad.

Ada Lovelace y el primer algoritmo

Ada Lovelace nació el 10 de diciembre de 1815 en Londres, Inglaterra. Su nombre de nacimiento fue Augusta Ada Byron, condesa de Lovelace, siendo única hija legítima del famoso poeta Lord Byron y Anne Isabella Milbanke.

Ada creció rodeada de conocimiento. Su madre la instruyó con una educación enfocada en matemáticas y ciencias, dejando de lado la música y el arte, lo que era inusual para las mujeres de esa época.

Así, Ada creció para ser una aristócrata, matemática y escritora de gran talento. Por su estatus, se codeó con personalidades del calibre de Florence Nightingale, pionera de la enfermería moderna, Charles Dickens, famoso novelista, autor del libro “Oliver Twist” y Charles Babbage, científico de la computación.

Su conexión con Charles Babbage fue muy significativa, ya que Ada Lovelace estudió bajo su tutela y trabajó sobre el desarrollo de una máquina analítica ideada por él. Esta máquina nunca llegó a construirse, pero pasó a la historia como la ideación del primer ordenador. Lovelace tuvo una comprensión excepcional de esta máquina y fue capaz de vislumbrar su potencial más allá de los cálculos matemáticos.

Ada Lovelace creó el primer algoritmo

Entre las aportaciones de Ada Lovelace, está un artículo publicado en 1843, una traducción del informe de Babbage sobre su invento, y que Ada firmó solo con sus iniciales para ocultar su género.

Y es que la condesa, que también tenía mucha facilidad para los idiomas, no solo se limitó a traducir el artículo del francés al inglés, sino que creó una serie de “notas de traducción”, para complementar el artículo de Babbage.

En estas, Lovelace describió cómo la máquina podría usarse para generar cualquier tipo de información. Propuso una teoría mediante la cual el motor podría repetir una serie de indicaciones, proceso asentado en la programación actual y conocido como bucle o ciclo, que consiste en ejecutar reiteradamente la misma secuencia de código. Así es, Ada Lovelace concibió la idea de un lenguaje de programación, lo que la convierte en la primera programadora de la historia.

Como curiosidad, el contenido de las notas terminó siendo tres veces más extenso que el artículo original.

La contribución de Lovelace fue incluso más galardonada a posteriori, porque también describió la manera en la que se podrían crear códigos para que este mecanismo analítico, que funcionaba con tarjetas perforadas para calcular multiplicaciones y divisiones, pudiera también computar letras y símbolos, además de números.

Así fue como Ada Lovelace desarrolló el primer algoritmo para calcular los números de Bernoulli utilizando la máquina analítica de Babbage.

¿Qué son los premios Ada Lovelace?

El Premio Ada Lovelace es concedido en su honor por la Association for Women in Computing de los Estados Unidos. Se trata de un reconocimiento creado en 1981 como Premio al Servicio, que se concedió por primera vez a Thelma Estrin, por sus valiosos aportes a la ingeniería biomédica.

El premio se concede a personas que han destacado en logros científicos/técnicos sobresalientes y/o servicios extraordinarios a la comunidad informática a través de contribuciones en nombre de las mujeres en la informática.

Programación: el legado de Ada Lovelace

Aunque la máquina analítica de Babbage nunca llegó a construirse durante su vida, las ideas y el trabajo de Ada Lovelace sentaron las bases para el desarrollo posterior de la programación. Su posición visionaria sobre las posibilidades de las máquinas de computación allanó el camino para el campo de la informática moderna.

No podemos evitar preguntarnos, ¿cómo habría sido la reacción de Ada si hubiese tenido la oportunidad de conocer a otras mujeres que marcarían la historia? Como el sexteto de Top Secret Rosies, que le dieron una vuelta al desenlace de la Segunda Guerra Mundial; Grace Hopper, condecorada en la marina estadounidense y también creadora de un lenguaje de programación; o Anita Borg, que dedicó su carrera por la equidad de género en la industria. Nos las imaginamos como grandes socias por un objetivo común: más mujeres en la ciencia.

Las primeras ideas y teorías de Ada inspiraron, más de cien años después de su fallecimiento en 1952, un lenguaje de código que llevaría su nombre. El lenguaje de programación Ada fue desarrollado en Estados Unidos como encargo del Departamento de Defensa.

A día de hoy, el lenguaje de programación Ada se aplica sobre todo en contextos en los que se requiere un código más que seguro, de ahí que se utilice para software de ejércitos, empresas aeronáuticas, ingeniería aeroespacial o gestión del tráfico aéreo.

Si te ha inspirado la vida de Ada Lovelace, ¡te animamos a seguir su inventiva! Así que, si quieres aprender programación, no dejes que nadie te convenza de que no puedes lograrlo. Lo mismo aplica si, en cambio, prefieres predecir escenarios posibles con ciencia de datos e inteligencia artificial.

Aprender a programar no solo te abrirá las puertas a un universo apasionante, sino que te brindará la oportunidad de ejercer una profesión en tecnología, el sector con más demanda laboral de la actualidad.