Siguiendo con nuestra saga de mujeres programadoras y pioneras en el campo de la ingeniería informática, en la que ya hablamos de Ada Lovelace y de las Top Secret Rosies, hoy le toca el turno a la vida de Grace Hopper, una importante científica de Estados Unidos. ¡Acompáñanos!
Vida militar y amor por la ciencia
Grace Hopper nació en Nueva York en 1906 y murió en el estado de Virgina en 1992. A lo largo de su larga vida compaginó su carrera militar en la Marina de Estados Unidos con su trayectoria como científica, cosechando éxitos en los dos ámbitos.
Como miembro de la Marina, llegó a ostentar un cargo importante como contralmirante, grado militar que pertenece al escalafón de oficiales. Para que os hagáis una idea, este cargo equivale en el ejército de tierra al de general de brigada, puesto del rango de generales. Casi nada, ¿eh? Go, Grace!
En el campo científico, el área de especialización de Grace Hopper fue el estudio de las matemáticas. Grace llevó a cabo su formación dos universidades americanas de gran prestigio: primero en el Vassar College, donde se graduó; y más tarde en Yale, donde hizo un máster.
Antes de enrolarse en la Marina, fue profesora de matemáticas en Vassar College, la primera universidad en la que estudió. Cuando le asignaron un puesto en el ejército, trabajó en el Mark I en Harvard, la primera calculadora a gran escala. El Mark I está considerado como el precursor de los ordenadores electrónicos y su trabajo con esta máquina le dio a Grace Hopper la idea de acuñar el término bug para referirse a un error de software.
¿De dónde le vino la inspiración? Pues de un bicho –en inglés, bug– que se había colado en los circuitos del Mark I y estaba provocando fallos. Más tarde, Grace Hopper también utilizó la palabra debug para hablar de la depuración de errores en los códigos de programación. ¿Quién le iba a decir a esa polilla despistada que iba a contribuir al vocabulario informático?
Lenguaje COBOL
Además de aportar palabras, por lo que se conoce realmente a Grace Hopper es por ser pionera en el desarrollo de la tecnología informática. Entre sus credenciales se incluyen, por un lado, el haber colaborado en el diseño del UNIVAC I, uno de los primeros ordenadores electrónicos para uso comercial.
Por otro lado, Grace Hopper ha pasado a la historia de la informática por sus contribuciones fundamentales en la creación del lenguaje COBOL, que lo utilizó para aplicarlo a usos navales. Este lenguaje se caracteriza por su portabilidad, su simplicidad y su gran legibilidad y facilidad de interpretación.
Otro de sus logros importantes fue el diseño de un compilador, cuya función consistía en traducir las instrucciones de los programadores a códigos; y la creación del Flow-Matic, el primer compilador en procesar datos lingüísticos en inglés, concebido para tareas habituales de gestión empresarial, como la facturación.
Ya a los 86 años se retiró del ejército y de la actividad científica. Como veis, Grace Hopper se ganó por su propio derecho un sitio en el Olimpo de la ingeniería informática.
¡Aprende programación web!
Ahora que cerramos otro capítulo de mujeres programadoras, esperamos que estos referentes femeninos de la ciencia ayuden a impulsar la presencia de las mujeres en el sector TIC, que falta hace. Si la prolífica y exitosa vida científica de Grace Hopper te ha inspirado y quieres aprender a programar, desde aquí te mandamos vítores de ánimo.
Sabemos que lo desconocido puede hacernos dudar, y es completamente humano y legítimo. Pero, como dijo la propia Grace Hopper, “un barco en el puerto es seguro, pero no es para eso para lo que construyen las naves. Navegad en el mar y haced cosas nuevas”.
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