Érase una vez una popular aplicación informática llamada Flash, que vivía en el poderoso reino de Adobe, la empresa que llevó la tecnología Flash a la cima del éxito y marcó un punto de inflexión que supuso el fin de la época medieval de internet.
Con el Adobe Flash Player dimos la bienvenida a la Edad Moderna de la navegación web, instaurándose así la era dorada para una aplicación que está dando los últimos coletazos. Pero, como toda historia fantástica, todo lo que empieza acaba, la tecnología avanza y la vida sigue. The show must go on.
Como homenaje a la muerte de este software vieja gloria, vamos a dedicar esta entrada a contarte la trayectoria de la programación en flash, su nacimiento y las causas que han propiciado su sonado final.
¿Qué es Adobe Flash Player?
Por si has pasado los últimos quince o veinte años habitando una remota cueva subacuática sin conexión a internet, vamos a explicar rápidamente qué es Adobe Flash Player para que te ubiques. Se trata de un software para navegadores web muy popular en la década de los 90, época en la que se estaba gestando el desarrollo imparable de internet que vivimos ahora. Por cierto, una curiosidad histórica: antes de que lo comprara Adobe y lo bautizara Adobe Flash Player, primero se llamó Future Flash Animator y después Macromedia Flash.
El impulso de la tecnología Flash tuvo mucho que ver con el hecho de que fuera adoptada por gigantes de la innovación y el entretenimiento tales como Microsoft, Fox o Disney, que querían añadir contenidos audiovisuales a sus páginas web para que los usuarios pudieran visualizarlos al momento. Gracias a este programa, los usuarios pasamos a poder ver un vídeo en una misma página sin necesidad de descargarlo a nuestro ordenador.
Aquí hay que hacer un apunte muy necesario e importante y es que, antes de que el Flash Player llegase a nuestras vidas, no se podían reproducir vídeos directamente en una página. Dicho de otra manera, el streaming no existía. Efectivamente, ni horas ilimitadas de música en Spotify para tu fiesta ni maratones de Friends en Netflix.
Esta tecnología no hubiera sido posible sin este plug-in moribundo que es el Adobe Flash Player. ¿Y YouTube? Pues no, tampoco hubiera existido, aunque ahora ya hayan pasado meses desde que se despidió de Flash para siempre.
Programación en flash: crónica de una muerte anunciada
La primera gran bofetada que se llevó la tecnología Flash vino en 2010 de la mano de Steve Jobs. El dueño de la célebre ‘manzana’ anunció la decisión de Apple de no seguir utilizando sus servicios para dispositivos móviles (iPhone, iPad) en un comunicado en el que criticaba el rendimiento deficiente del Adobe Flash Player, así como la falta de fiabilidad y seguridad que ofrecían al no ser un software libre, sino controlado por una empresa.
El hecho de que Apple renegara públicamente de la tecnología Flash supuso el principio del fin. Paralelamente, el desarrollo web seguía evolucionando y se crearon opciones alternativas a Flash. Estas aplicaciones daban resultados más eficientes y rápidos porque consumían menos recursos energéticos en los procesadores.
El HTML5 es el ejemplo más claro de esto. Gracias a este software, los contenidos se reproducen con más agilidad en comparación con Flash y consumen menos ancho de banda. Y manteniendo la calidad del vídeo, algo fundamental para mantener una buena experiencia de usuario.
En definitiva, la caída progresiva hacia el final de Flash es la clásica historia de la obsolescencia, cualidad intrínseca de la tecnología. Entre que Apple dejó de usar el Flash Player, Android no lo necesita y el HTML5 ya ha rebasado con creces la tecnología Flash, el plug-in que ha hecho posible el streaming y el FarmVille –el juego online con mayor éxito de Facebook– se ha quedado atrás y ya no puede remontar.
Adobe anunció hace ya varios años que dejaría de actualizar versiones para el Flash Player y alienta a los desarrolladores web a que migren a software de estándares abiertos. Con esto, se hace oficial el fin de la tecnología Flash. Y colorín colorado, este cuento se ha acabado. Hora de la muerte: año 2020.¿Te ha gustado el artículo? Pues compártelo con tus amigos y ayúdanos a difundir el conocimiento sobre la programación y su historia. Y si te interesa el futuro tanto como el pasado, únete a la experiencia de aprender a programar con un bootcamp y crea el futuro que quieras vivir.