Si te estás planteando la posibilidad de convertirte en desarrollador de software o desarrollador web y no tienes claro hacia dónde ir, no te preocupes. Hay muchas personas que, como tú, quieren iniciarse en el mundo de la programación y necesitan consejos -y un empujoncito- para atreverse a dar el primer paso.

En la entrada de hoy te presentamos algunas claves para animarte a comenzar tu trayectoria profesional para trabajar como programador.

Claves para conseguir trabajo de programador

El mundo de la programación es muy amplio y competitivo, de manera que tendrás que pasar por varias fases y adquirir competencias nuevas antes de poder optar a tu primer trabajo. Hoy vamos a centrarnos en tres: formación, objetivos y requisitos habituales.

Programador

Formación

Para convertirte en programador, lo primero y más importante es conseguir la formación adecuada. Con esto no nos referimos necesariamente a estudios de nivel universitario tipo ingeniería informática, sino a un aprendizaje que te permita adquirir las herramientas que realmente vas a necesitar como profesional de la programación, tanto si es a través de la formación reglada, no reglada o el autodidactismo.

En la actualidad existen un sinfín de cursos, gratuitos y de pago, con los que aprender a programar. Pero al tratarse de un mundo tan amplio, hay que discernir entre los buenos y los no tan buenos. Investiga a fondo qué recursos o plataformas existen, pregunta a amigos, familiares u otras personas de tu entorno que puedan guiarte.

En cualquier caso, lo que sí es seguro es que tendrás que invertir tiempo y esfuerzo en aprender a leer y escribir código en diferentes lenguajes de programación. Los más habituales son HTML, CSS, JavaScript para el desarrollo front-end, mientras que MySQL y PHP son para programación back-end. Si quieres saber en qué consiste cada uno, puedes echar un vistazo a esta entrada en la que explicamos qué lenguajes de programación deberías aprender.

Objetivos

Quizá pueda parecer obvio, pero definir tus objetivos puede resultar de gran ayuda para visualizar qué quieres conseguir, y te dará una dirección que, aunque no vaya a ser un recorrido en línea recta, sí te acabará llevando a algún sitio. No olvides que el ámbito de la programación es todo un universo de conocimiento, así que una vez que ya tengas una formación básica, podrás hacerte una idea más clara de hacia dónde quieres dirigirte.

Requisitos

Para trabajar como programador no basta únicamente con aprender a escribir código, sino que son necesarias unas competencias transversales que te permitirán desenvolverte mejor en tu puesto. A continuación, vamos a comentar algunas de las habilidades mejor valoradas por las empresas de desarrollo:

  • Comunicación interpersonal y trabajo en equipo. Aunque parezca un trabajo aislado y solitario, en realidad la programación es una tarea que se desarrolla en equipo, por lo que deberás aprender a comunicarte habitualmente con las personas que forman parte de tu proyecto. Cuanta más comunicación haya, mejor será tu código.
  • Resolución de problemas. Durante tu trabajo como programador, te encontrarás muchas veces con problemas que tendrás que descifrar. A menudo, la programación se parece a un puzzle en el que tendrás que conectar ideas con una pieza. Resolver problemas es una habilidad difícil, es cierto, así que ármate de paciencia, date tiempo y no pierdas de vista el hecho de que se requiere mucha práctica para conseguir soltura.
  • Capacidad de aprendizaje. La tecnología nunca deja de evolucionar y actualizarse, así que para seguirle el ritmo es recomendable reciclar los conocimientos. Invierte tiempo en aprender otros lenguajes de programación, curiosea las novedades en software y hardware o pide consejos para aumentar tu destreza en la escritura de código.. En definitiva, ten una actitud proactiva que contribuya a aumentar continuamente tu base de conocimientos y tu experiencia.

Ahora que hemos repasado las claves básicas para trabajar como programador, solo nos queda animarte a que te adentres en este mundo tan fascinante. ¡Cuidado, que engancha!