Cuando se trata de elegir una profesión, a veces complicamos la decisión: al terminar el instituto, pensamos ser demasiado jóvenes, y si la elección final no nos gusta del todo, llegamos a creer que ya es tarde para cambiar. Pues, ¡ni lo uno ni lo otro! Sin importar la edad, cualquier persona puede aprender e iniciar una carrera en una industria con mejores beneficios, como lo es la tecnología.
Cuando hablamos de inclusión y diversidad, no solo englobamos temas de género, también nos debemos preocupar por enfrentarnos y superar otros factores que pudiesen generar discriminación, como por ejemplo, la edad. En inglés, a este fenómeno se le llama “ageism”, o en castellano “edadismo”, y genera mucha controversia, ya que implica una sensación universal de que perdemos “utilidad en la sociedad” al llegar a cierta edad.
En España, un estudio encontró que un perfil de 49 años recibe la mitad de las invitaciones a una entrevista laboral que uno de 35 años. Aun así, el uso de la analítica de datos y machine learning como parte del proceso de selección es una de las soluciones para superar esta barrera, de tal forma que la contratación se base exclusivamente en competencias.
Estas herramientas son desarrolladas y usadas con más frecuencia en el sector tech, así que el futuro de las y los programadores luce muy bien.
La edad no es un límite en el sector tecnológico
Alejandro Alonso nació en Vigo y ha desempeñado todo tipo de trabajos en los sectores más diversos. Algunos de los empleos que aparecen en su CV son: perito tasador, inspector de siniestros, gestor de cuentas y hasta formador de comerciales.
Su pasión por la tecnología lo llevó a buscar un cambio; una transformación que llegó de la mano de HACK A BOSS. Rondando los 40 años, Alejandro completó el bootcamp de programación web y ahora trabaja como desarrollador Full Stack. Un ejemplo de que la edad no importa a la hora de dar un giro profesional. Hoy conoceremos su historia:
— Cuéntanos un poco sobre ti:
— Cuando era niño mi sueño era ser futbolista (ríe). Pero durante toda mi vida trabajé de mil cosas… De teleoperador, en seguros… Siempre me gustó la programación e hice un ciclo de eso, pero por temas personales tuve que trabajar con la familia.
» Cuando pude dedicarme a estudiarlo en serio, ya me pilló con 39 o 40 años. Me lancé a hacer el bootcamp gracias a la financiación que tenéis, pagar cuando encuentras trabajo.
— ¿Qué te motivó a estudiar programación en un bootcamp?
— A pesar de que he hecho muchas cosas, mi carrera también ha tenido períodos de desempleo, y cuando me decidí por estudiar programación sabía que disponía de un tiempo para enfocarme en ello. No tenía tres años, pero sí tres meses.
» Lo que sabía del formato bootcamp fue a través de referencias de internet. No conocía a nadie que hubiera hecho uno. Cuando empecé, me dediqué a tiempo completo a estudiar. Se puede hacer a tiempo parcial, si tienes un trabajo, pero yo me dediqué al 100%.
— ¿Cómo te adaptaste al ritmo y la intensidad del aprendizaje?
— Yo estaba mentalizado en que estudiar el bootcamp era como ir a currar, a picar código. Trabajé mucho y tengo que decir que hubo un rollo muy bueno con los compañeros. No había competencia de ningún tipo, había compañerismo.
» Creé un grupo de Discord y como estudiábamos en horario de tarde, nos conectábamos por las mañanas al chat para resolver dudas y colaborar. Nos ayudábamos los unos a los otros, y por supuesto las tutorías también estaban disponibles si las necesitábamos. Al final estábamos juntos tanto por la tarde como por la mañana, y a día de hoy seguimos en contacto por WhatsApp (ríe).
— Tenías conocimientos técnicos antes de comenzar el bootcamp, ¿qué te ha aportado la formación en HACK A BOSS?
— Algunas herramientas y tecnologías las vi por encima en su día en 2012, ya no las uso en mi currículum. Todo ha evolucionado muchísimo, y como en realidad lo que hice hace tantos años fueron solo unos cursillos, en las entrevistas de trabajo nunca he exagerado y siempre he sido muy realista.
» Aunque en algunos conocimientos eran básicos, me ayudaron a enfrentar el bootcamp. Sigo manteniendo que el bootcamp se puede estudiar sin ningún conocimiento, aunque una base siempre ayuda. Sin embargo, aunque no conozcas nada, trabajando duro se puede sacar todo.
— ¿Qué te pareció la metodología de HACK A BOSS? Realizaste un proyecto de portal inmobiliario, ¿cómo fue la experiencia?
— Yo siempre digo que a andar se aprende andando, y programar se aprende programando, por eso learning by doing tiene sentido. Lógicamente, necesitas un mínimo de teoría, pero solo leyendo un libro no vas a aprender a programar. Conseguí presentar el proyecto e incluso a posteriori, en mi tiempo libre, lo estoy rehaciendo de nuevo porque no te voy a esconder que no estoy del todo contento con el frontend. (ríe). Ahora mismo tengo muchas más ideas en la cabeza, pero pasito a pasito.
— Pasar de estudiar al mundo laboral nunca es fácil, ¿qué desafíos afronta un programador en el mundo real?
— El equipo en el que estoy ahora mismo me ha acogido muy bien y cuento con todo el apoyo que necesito. Tengo 40 años y también tengo unas tablas, y eso influye mucho. Yo recomiendo a todos los que salgan del bootcamp que no piensen que son el amo programando, que no lo van a saber todo, pero que tampoco piensen que son unos inútiles por muy juniors que sean.
» Ahora mismo trabajo con algunas tecnologías que no había visto antes, pero hay que saber adaptarse. Lo más importante para un programador es tener un buen razonamiento lógico a la hora de resolver problemas. El método TDD (Test-Driven Development) me gusta mucho, que es básicamente empezar a programar haciendo pruebas. Lo primero que haces es un test, y una vez que el test falla lo tienes que solucionar de la manera más sencilla. El siguiente paso es tratar de averiguar si hay algo en el código que se pueda modificar sin cambiar la lógica.
— ¿Dirías que la programación en sí misma es un arte?
— Bueno, el debate sobre lo que es arte o no es complicado. Hay gente que piensa que arte es quitarle la vida a un toro. En este sentido, todo es discutible. Con la programación, depende de lo que hagas. Hay veces que determinados algoritmos para resolver ciertos problemas es una combinación de conocimiento y talento, más que de arte.
— ¿En qué has estado trabajando desde que finalizaste el bootcamp con HACK A BOSS?
— Actualmente, trabajo de programador, pero también realizo algunas tareas de soporte. De hecho, creo que precisamente mi experiencia laboral anterior influyó positivamente en que me eligieran para este empleo.
» En cuanto a lo que hago, con ejemplos concretos, trabajamos para empresas a nivel industrial y logística. Hacemos software para el registro de entrada de contenedores marítimos, programas de gestión como SAP, y muchas otras cosas. Lo último que hice fue una página web en JavaScript y PHP que lee códigos de barras y conecta con bases de datos para realizar ciertos trámites.
— ¿Cómo se llevan los egos en el mundo de la programación?
— Generalizar es complicado, siempre hay de todo. Aunque en mi experiencia, el senior siempre te echa una mano porque ellos también fueron juniors antes. Además, hay comunidades online en las que te tratan muy bien. Yo en mi empresa estoy encantado, si no fuera así te haría alguna evasiva para no hablar mal de mi jefe (ríe), pero no es en absoluto así.
— En cuanto a las condiciones laborales, ¿cuáles son los beneficios que has encontrado en el sector tecnológico? ¿Qué le diferencia de los demás?
— Una de las mejores cosas que tiene trabajar en el sector tecnológico es que las empresas te suelen tratar mejor que en otros sectores. Eso para mí es hasta más importante que el dinero. Me refiero al trato en general, lo que incluye la flexibilidad y todo lo demás. Ahora siento que soy una persona para mi empresa, no un simple número. Esto lo valoro muy positivamente.
» También es un sector donde se paga bien, está claro. Es un trabajo con una gran demanda de perfiles, por lo que está bien valorado. Dicho esto, no recomiendo a nadie que se meta en esto por dinero. Si quieres entrar en este mundo tiene que gustarte programar. Siendo programador, puedes disfrutar trabajando o sufrir una tortura diaria. Depende de ti.
— ¿Crees que hay edad para aprender a programar?
— Yo tengo 40 años y soy perfectamente consciente de que soy un perfil junior, incluso con la edad que tengo. Pero soy el ejemplo perfecto de que se puede ser programador a partir de los 40 años. Y hasta a partir de los 50.
» A quien se encuentre en una situación similar a la mía le digo que adelante y que trabaje. Trabajo, trabajo y trabajo. Y cuando acabe el bootcamp, que trabaje aún más. Cursos extra en internet, picar código en casa, complementar los estudios... Yo al acabar el bootcamp no había profundizado mucho en la metodología TDD, por ejemplo, y la aprendí a fondo después.
— ¿Cómo esperas desarrollar tu carrera a medio y largo plazo en el mundo de la programación?
— Ahora mismo me encanta el lugar en el que trabajo. Estoy muy a gusto donde estoy. Esta pregunta me la hicieron en una entrevista de trabajo y respondí que me gustaría ser “programador bombero”… ¡El que apaga los incendios! (ríe).
— ¿Qué recomiendas a alguien que esté pensando en comenzar a aprender programación?
— Mi mensaje final es que hay vida para las personas que tengan más de 40 años. Solo hay que tener ganas y tiempo. Si cuentas con ambas cosas, métete a estudiar el bootcamp si eso es lo que deseas. Eso sí, dedícale tiempo y trabajo. Si solo vas a poder dedicarle un par de horas al día, no creo que lo vayas a conseguir. Trabajar es la clave, es superimportante. Mi experiencia fue muy positiva, y de hecho he recomendado a amigos míos que hagan el bootcamp.
Y tú, ¿te animas a aprender algo nuevo?
Así como Alejandro, tú también puedes darle la vuelta a tu carrera profesional. Puedes aprender programación web Full Stack desde cero o ciencia de datos para el entrenamiento de inteligencias artificiales. ¡Las posibilidades son infinitas! Lo que necesitas es mucha disciplina y determinación para conseguir tu objetivo: entrar al sector más optimista: el sector tech.
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